Su
nombre: es Darío. Si les relatara lo que yo conocía de su persona
hasta ayer, tendrían ustedes solamente la visualización de un
anciano muy delgado, de aproximadamente un metro setenta. Con cabeza
pequeña en relación al resto del cuerpo. Una poblada cabellera
blanca, sín arrugas profundas en la cara. El aspecto vivaz en los
ojos celestes y sonrisa amable les mentirían a quienes querrían
estimar su edad.
Hasta
ayer, sabía lo que saben los vecinos aquí en la cortada. Éste
pasaje de apenas cien metros.
Hace
poco tiempo que habita en la casa del pequeño jardín. Allí: pasa
gran parte de día sentado en el sillón. Tan a mano del bastón como
de un libro - ambos lo sostienen -.
Despierta
mi sonrisa al pasar y verlo en la habitual postura relajada, con las
rodillas separadas como si desplegace un bandoneón ausente.
Hasta
ayer, les hubiere relatado esto y quizás algo más, pero no lo
suficiente. ¿Por qué?
Porque
hoy, Don Darío ha recibido la visita del Intendente, del Ministro de
Educación de la Pvcia. y Medios locales. Estos querrán saber todo
de su vida como educador.
El
profesor Darío Botta está cumpliendo cien años.
El
Pasaje llevará su nombre.
Serán
cien metros por una historia sí cortada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario