viernes, 26 de abril de 2013

Agustín E. Rodríguez -Cosas de mujeres

Por tantas guerras perdidas, el pueblo se había quedado sin hombres.
El género masculino se lo veía en los pocos niños sobrevivientes.
Para encarar el nuevo camino hacia la libertad, deberían sumar una cantidad de guerreros que les permitieran ganar la gran guerra, la última… la única.
Inútil fue intentar captar adictos a la Causa y los mercenarios no eran de fiar.

Al carecer de recursos, el misticismo fue ganando espacio. Consejeros, brujos y sanadores.
La más escuchada por lo centenaria y memoriosa fue Mamá Ohjú. Decía tener la fórmula, poder heredado de sufrientes antepasados.
Su arenga triunfalista pronto se devaluó al conocerse el alto costo para el éxito: la muerte.
Este hecho dio relieve al temple de esas mujeres que, obedientes, aceptaron el desafío.

Mamá Ohjú y Nona Lag, su madre – se le estimaba una segunda vida- partieron con rumbo decidido sólo por las dos ancianas, detrás: la legión de mujeres con edad para fecundar. Cientos de ellas.

Detuvieron sus carretas en formación circular cerca del bosque indicado. Allí, cada una adornó su espacio con el símbolo del “Hacedor de las Nueve Lunas”. El Rito nocturno sirvió para que el hechizo se encarnase en ellas.
Bajo ese influjo bajaron hasta la ciudad de Zawi. Dispersas, se dedicaron a la conquista de hombres jóvenes y fuertes.

A la mañana siguiente, Mamá Ohjú y Nona Lag eficientemente hacían su labor.
Abriendo el cuerpo sin vida de cada heroína y rescatando a su hijo.
Desde la vagina los hombres habían sido succionados por el útero hacia el vientre. Meta final de sus involutivos Seres.

Debieron aguardar dieciocho años.
Bien alimentados y adiestrados hasta el momento de la Gran Batalla. El ejército de Las Nueve Lunas, logró al fin su independencia.

A este relato, oído por varias generaciones, es posible que se le halle lo que es común en toda leyenda. Exageración.

En la ciudad de Zawi por ejemplo: es leyenda el hecho encriptado, nunca resuelto, de la desaparición abrupta de cientos de hombres.



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