Dicen
que está maltratada. La cuestión será saber si lo que le sucedió
ha sido: por débil o por muy delicada.
Sobre
ella asomó un pequeño tajo cuando la espina se introdujo en el
tejido, tuvo algunas puntadas. Aquella vez, la destreza de las manos
en que quedó la salvó del desastre estético.
Ella
era de la noche, con esos “toques” dorados se distinguía. No
resultaba extraño que fuera observada.
Un
día, su dueña dispuso que el aseo incluyera vapor y algún producto
que a la luz del resultado, ha desencadenado éste conflicto.
Ella
dice: que fue mal tratada, ellos: que el tiempo la había puesto
débil. No faltó quien argumentara un origen delicado. El caso es
que los de la tintorería no quieren asumir la culpa.
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