sábado, 27 de abril de 2013

Agustín E. Rodriguez -No todo es como parece

La puerta vidriada en la que con letras doradas señala: Producciones Fénix, cedió y se cerró detrás de ella a la hora que fue citada.
Romeo Levi, arrellanado en el sillón de terciopelo verde de espaldas a la puerta, hacía imposible que desde allí se captara algo de su cuerpo. Sólo cuando él lo hizo girar sobre su eje, Laura Forwel tuvo ante sí a un ser minúsculo, ni sus pies llegaban hasta el suelo. Ella contuvo como pudo los músculos faciales que intentaban evidenciar una sonrisa.
Debió aguardar a que el hombrecito poderoso hojease el texto. Al fin dejó el habano para tomar la fibra roja de trazo grosero y, ante la mirada atónita de Laura, las formas geométricas de círculos y rectas atacaron palabras, frases y diálogos.
  • Mejore esto: dijo.
Se apagan las luces.
Apenas llegó a su Estudio, se entregó a la lectura y relectura de lo resaltado. Trató de concentrarse, de conectarse con esa idea. Así “escuchó” todas las voces de los personajes.
Laura Forwel delante de su computadora se halla absorta. Quizás el cansancio solapadamente ya esté elaborando su fusión con el sueño pues de vez en cuando el cabeceo la sobresalta.
Alguien tose.
Cada espacio se transforma, encierra a los personajes y los enfrenta a una realidad nueva.
Desde el Monitor hay quien se suma a la tarea. A ella en principio le pareció un extraño virus. Posteriormente tuvo que rendirse ante la evidencia inmediata de su error cuando, al tipear determinada situación, la pantalla le devolvió otras opciones.
Risas… carcajadas.
Los personajes mutan de intérpretes, ha incorporado un actor liliputiense cuyo guión es desopilante. La Comedia está yendo al ritmo del particular sonido de los caracteres al hundirse en el teclado.
Un gran ramo de rosas entre sus manos.
Los actores transitan por el Libreto “como peces en el agua”. Hasta el final.
Ovación… cae el telón.
La luz sobre la cabeza de Laura se torna invisible. La claridad prepotente del amanecer no encuentra resistencia por el ventanal que mira hacia el Este. Apenas un cortinado traslúcido herido se agita con la brisa.
El telón vuelve a abrirse… aplausos y más aplausos.
Nos la está mostrando de espaldas a la puerta. En la cómoda silla tapizada de color verde y la computadora en reposo, como ella.
EL DIRECTOR Y PRODUCTOR DA UN PASO AL FRENTE, UN CORTO PASO DE ENANO… SONRÍE EL GENIAL HACKER.


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