Él sabe que
la muerte
lo rondará
esa tarde,
fanfarrea de
palomas
vitorean su
paso
diagramando
la hora
en que deba marcharse.
Con sus ojos
granate
contempla al
enemigo
que vestido
de luces
no teme al
enfrentarse,
los gritos
ensordecen
tapando los
quejidos
que brotan
de su boca
cuando es
embestido,
su cuerpo
está jadeante
se entrega
ya sin lucha
y en sus
ojos sin brillo
ya
se murió la tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario