Parado frente a la casona, Horacio
presentía que su caso estaba casi resuelto.
Retirado a la fuerza de la policía,
se había convertido en detective privado, y su cometido en esta
oportunidad era descubrir cómo se había enriquecido una “noble señora”,
de no muy buena reputación.
La vio salir en su auto, envuelta
en un tapado de nutria. Esperó cinco minutos y entró.
No podía negar que la casa estaba
adornada con un gusto exquisito. Fue recorriendo cuarto por cuarto, sin hallar
nada importante, hasta llegar al sótano.
En el medio de la habitación,
amordazado y esposado a un sillón, se encontraba Rogelio Valaguer, un rico
empresario recientemente desaparecido. Junto a él, una mesa con dinero en
efectivo, chequeras y tarjetas de crédito…
Se acercó para liberarlo, los ojos
del hombre brillaban de una manera especial mirándolo con desesperación.
Luego.., el golpe, y nada más.
me gustó, esperaba leer mas!! se develo el misterio muy rapido ;)
ResponderEliminarComo corrompe el dinero a las personas, es muy triste eso
Es muy triste para los que no lo tenemos (chiste)
ResponderEliminarSusana es una muy buena escritora de narrativa breve, con economía de recursos y las palabras justas logra crear siempre el clima del relato y dejar un espacio para la reflexión del lector.