CAPRICHO
REAL
Era la doncella elegida para complacer al
monarca.
Llegó al aposento real custodiada por guardias .
El soberano la esperaba acostado en su cama.
El abdomen de un blanco lechoso, sobresalía desmesuradamente de las sábanas de
seda, que le tapaban hasta la cintura.
En el rostro cubierto por una espesa barba
roja, se reflejaba su lujuria.
Le
ordenó calmadamente, pero con firmeza
que se desnudara lentamente.
Ella comenzó con timidez pero a la vez
sensualmente, dejando caer prenda por
prenda al piso.
El monarca hacía movimientos con sus manos
debajo de las sábanas, y cuando finalmente llegó al éxtasis, ordenó a la joven
que doncella que se retirara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario