jueves, 26 de septiembre de 2013

Susana Abbatantuono, Capricho real

                                      



                                              CAPRICHO REAL

  Era la doncella elegida para complacer al monarca.
  Llegó al aposento real custodiada por  guardias .
  El soberano la esperaba acostado en su cama. El abdomen de un blanco lechoso, sobresalía desmesuradamente de las sábanas de seda, que le tapaban hasta la cintura.
  En el rostro cubierto por una espesa barba roja, se reflejaba su lujuria.
Le ordenó calmadamente,  pero con firmeza que se desnudara lentamente.

  Ella comenzó con timidez pero a la vez sensualmente,  dejando caer prenda por prenda al piso.

  El monarca hacía movimientos con sus manos debajo de las sábanas, y cuando finalmente llegó al éxtasis, ordenó a la joven que doncella que se retirara.

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