lunes, 2 de septiembre de 2013

Susana Abbatantuono, La mudanza

                                         




                                          LA MUDANZA

Habían esperado mucho tiempo por esa mudanza. Al fin tenían la casa de sus sueños.
Ese día Victoria llegó  junto a su niño, con todas las cosas muy temprano. Mauro estaba de viaje de negocios, así que ella tendría tiempo para poner orden y sorprenderlo.
 Empezó con el cuarto de Bauti, quien  colaboraba muy entusiasmado, desarmaron cajas de juguetes, armó la compu y enchufó la tele, para que estuviera entretenido.
La ilusión la cargaba de energía y todo iba quedando acomodado. Se acercó para ver a su hijo, quien conversaba animadamente con los juguetes.
Suspendió las labores para comer y ya en la noche, se preparó para ver una película con Bautista quien se reía y conversaba, tras su pregunta, respondió que estaba jugando con su nuevo amigo...
Vieron tele por un rato y a dormir.
Se levantó a las ocho y siguió con su labor, Mauro regresaría al día siguiente, y quería que todo estuviera en su lugar.
Bauti jugó casi todo el día en su habitación, y ella terminó de arreglarlo todo. Después de la cena, dejó a su hijo viendo un libro y se dispuso a bañarse.
Bautista llamó _Mamá_ y nadie respondió, nuevamente _ mamáá!_ y una vos de ultratumba contestó:
_no hay mamá!
Y la puerta se cerró de golpe...

Mauro regresó temprano, subió llamando a su familia, y encontró al niño aterrorizado debajo de la cama, y en el baño, Victoria muerta en la bañera con el secador en el agua...

                      


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