viernes, 10 de enero de 2014

Susana Abbatantuono - Ana no duerme



   
    El,  llegó tarde esa noche de la oficina como tantas otras, pero esta vez estaba dispuesto a reconquistarla.
   La mesa está servida,, la comida ya fría sin haber sido tocada; y allá en el sillón del líving, seguro acurrucada estará ella, esperando como siempre,  en la semi penumbra, con una música suave inundando la estancia, sin reproches, con los ojos cuajados de cristales y las manos vacías de caricias.
   No se animó a mirarla, se sentó despacio en el suelo detrás  del sofá.
--Perdóname mi amor, yo se que es muy tarde, que otra vez, tu espera fue en vano. Te prometo que todo va a cambiar, se de tu desvelo, de tu desesperanza. Muchas veces he visto tus huellas en la playa y el corazón roto dibujado en la arena. Hoy he seguido el camino de tus pasos y dibujé un corazón entrelazado al tuyo.
   Ya no mas trasnochadas en la oficina, ni trabajo en casa. Te traje esas rosas que tanto te gustan, y he llenado de pétalos la cama. Desde ahora, las mañanas nos verán abrazados soñando días nuevos y tejiendo esperanzas.
  
  ¿ No me hablas?, comprendo que sigas enojada, quizás estés dormida y no escuchaste mis palabras…
Se acerca lentamente tratando de abrazarla, pero Ana no duerme.

 Ana busca sus sueños en el fondo del mar.

                           

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